Mamá a los 40 by Deb



tipos de embarazos

Tipos de Embarazos.


1. Embarazo intrauterino

Este tipo de embarazo se produce cuando el óvulo fertilizado se implanta de manera correcta en el interior del útero. Por tanto, este embarazo es el que se ajusta a la normalidad, permitiendo un desarrollo adecuado del feto sin ninguna anomalía. La mayoría de las mujeres que han pasado por un embarazo han tenido, por fortuna, este tipo. El hecho de que el óvulo se haya implantado de manera adecuada es un gran primer paso para que la placenta y el cordón umbilical se formen, de manera que el feto pueda recibir el alimento necesario para crecer.

El embarazo intrauterino consta de tres etapas, la primera se inicia con la concepción hasta la semana 12, la segunda desde la 13 hasta la 20 y finalmente la tercera que culmina con el nacimiento. Dado que el embarazo tiene una duración aproximada de nueve meses, cada etapa constituye un trimestre. En cada uno de ellos será pertinente realizar determinadas pruebas para asegurar que el desarrollo del futuro bebé es correcto.

2. Embarazo molar

El embarazo molar es aquel en el que la fecundación del óvulo no ha sido correcta. Se trata de un embarazo peligroso, pues la placenta crece en exceso formando quistes. Además, el embrión no suele llegar a formarse y, si lo hace, es muy poco probable que sobreviva. En otras palabras, un embarazo molar da lugar a un tumor no cancerígeno que crece en el útero. No obstante, en algunos casos este puede llegar a complicarse y derivar en cáncer.

3. Embarazo ectópico

Un embarazo ectópico sucede cuando el óvulo ha sido fertilizado, pero se implanta fuera del útero. En este caso no es posible que el embarazo prosiga, ya que se pondría en riesgo la vida de la madre. Es por ello que resulta muy importante la atención médica precoz. Esta experiencia de embarazo puede ser muy traumática para la mujer, ya que el bebé en ningún caso llega a desarrollarse y sobrevivir. Es decir, la mujer embarazada vive un fuerte duelo por la pérdida de un hijo que no llegó a nacer.

Además, muchas mujeres que han vivido esta situación temen volver a revivirla si se quedan de nuevo embarazadas. Aunque este miedo es natural, la buena noticia es que un embarazo ectópico no implica que todos los embarazos posteriores vayan a ser iguales. Una mujer puede haber sufrido un embarazo ectópico e igualmente tener embarazos normales después.

4. Embarazo de alto riesgo

Los embarazos de alto riesgo son aquellos en los que existe alguna condición en la mujer que pueda poner en peligro el desarrollo del bebé. Normalmente, se califican como embarazos de alto riesgo aquellos en los que la madre es mayor de 35 años o menor de 18, o en los que existen enfermedades como la diabetes y otras patologías que puedan afectar al feto. También se incluirían en esta categoría aquellos en los que la madre entra en contacto con infecciones como la rubéola, la toxoplasmosis, la sífilis, el VIH o el virus del papiloma humano.

Este tipo de embarazo debe ser minuciosamente supervisado, con visitas al ginecólogo mucho más frecuentes que en un embarazo normal. Es especialmente importante revisar el embarazo de las mujeres que requieren tomar algún tratamiento para mantener controladas sus patologías. La buena noticia es que los embarazos de alto riesgo pueden llegar de forma adecuada a término, sin riesgos para la madre o el bebé, siempre y cuando se siga el control médico pertinente.

5. Embarazo de bajo riesgo

El embarazo de bajo riesgo es el que experimentan la mayoría de las mujeres. Para que exista esta seguridad la futura madre debe tener una edad comprendida entre los 19 y los 35, así como ausencia de enfermedades que puedan poner su vida o la del feto en peligro.

6. Embarazo múltiple

El embarazo múltiple es aquel en el que varios óvulos son fecundados a la vez, por lo que pueden dar lugar a gemelos, mellizos, etc. Los gemelos dicigóticos, también llamados mellizos, se desarrollan cuando cada uno de los cigotos da lugar a una placenta y bolsa amniótica independiente. Es decir, hay dos placentas y dos bolsas amnióticas.

Los gemelos monocigóticos, también llamados gemelos idénticos, se forman cuando el embrión se divide, pero no la placenta. Los embarazos gemelares exigen un seguimiento más exhaustivo, ya que una sola placenta debe alimentar a dos fetos.

7. Embarazo intrabdominal

Este tipo de embarazo suele suceder cuando la mujer ha pasado previamente por una cesárea. En algunos casos, la cicatriz puede debilitarse y romperse, por lo que el feto se puede colar en la cavidad abdominal. El desenlace de este tipo de embarazo dependerá de la edad gestacional en la que se produzca este desgarro.

 




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